Hasta ahora, determinar la hora de muerte de una persona en una escena de crimen no es posible. Digo que no es posible, porque aunque existen herramientas para ayudar a determinar la hora, no son precisas y hacen más daño que bien. Pero, gracias al trabajo de un grupo de investigadores de Amsterdam, existe una nueva forma de detectar la hora de muerte con más exactitud.
Para hablar de por qué necesitamos un modelo nuevo, primero tenemos que hablar de por qué el que tenemos no funciona.
Al momento, el método que los departamentos de investigación técnica usan se basa en la temperatura corporal. La temperatura del cadaver se compara con una tabla que muestra los resultados, y esta te dice cuánto tiempo esa persona lleva muerta. La tablita no es universal, no ha sido actualizada, y los resultados de la misma vienen de experimentos controlados que no se comparan con cómo se puede encontrar un cuerpo en la vida real. Para completar, la temperatura se toma por el recto. Es invasivo y destruye rastros importantes que pueden ayudar a determinar una hora más precisa.
Este modelo se probó en cadáveres de los que ya se sabía la hora de muerte. Se usaron los restos de personas con diferentes estructuras corporales pero con el mismo peso, y dan resultados idénticos. Pero, algo no cuadra. El modelo también tiene varias horas de margen de error. Este método se basa por completo en una temperatura, pero al no tomar en consideración otros factores que pueden alterar o modificar esa temperatura al momento de tomarla, no te asegura que sea la correcta. Así que, técnicamente, no hace nada.
En cambio, el método nuevo hace todo lo posible por atender muchos de los errores que el método viejo causa. El nuevo no solo reduce las horas de margen de error a 45 minutos, sino que también toma en consideración si el cuerpo está vestido, si está en el agua, el peso y la estatura de la víctima y otros factores que juegan con la temperatura. También, le permite a los examinadores poner el sensor o la cámara termal en cuatro partes superficiales del cuerpo, limitando la invasión y aumentando la exactitud.
El novedoso método permite identificar la hora de muerte en cadáveres de 5 a 50 horas de edad. Y aunque el investigador principal, Maurice Aalders, comentó que quiere seguir refinando los resultados, ya es un logro. Incluso, ya está ayudando a varios departamentos en sus casos.
Esta innovación cambia muchas cosas en las ciencias forenses. Saber con más precisión la hora de muerte de una persona puede ayudar a esclarecer crímenes más rápido. Como he mencionado otras veces, las primeras 24 a 48 horas son las más importantes en casos de personas desaparecidas, pero también en homicidios. Mientras más pronto se pueda llegar al cadáver, menos tiempo toma hacer ciertas determinaciones para poner la investigación a correr como se supone.
Mientras más va avanzando la tecnología, más gana la justicia. Ahora, solo se necesitan profesionales que sepan manejar la situación que exige el uso de esta tecnología. De nada vale tener una herramienta tan eficaz si las personas asignadas no tienen sentido de responsabilidad. Pero, para los que ven una muerte como una oportunidad de descubrir la verdad y darle paz a los que se quedan vivos, esta herramienta es más que bienvenida.
Fernando Fernández, PI, BAI, CCDI, CDRS, CII, CAS, CHS-II, SPA
Presidente - Covert Intelligence, LLC
Muy interesante de una nueva manera de ayudar a resolver los casos de