SAN JUAN, PR – MARZO 2020 —Uno se cansa. Uno se cansa de tanta violencia, de abrir el periódico y ver femicidio tras femicidio. Violencia, muerte, acoso, abuso... Así no se puede. De eso sabe Alexa.
Hablo de Neulisa Alexa, la mujer transgénero que murió a mano de unos bambalanes luego de que un post en Facebook aumentara en popularidad. El post hablaba de cómo, y parafraseo: “un hombre con falda andaba ligando a las mujeres con un espejo” en el baño de un restaurante de comida rápida. El post ya no existe. La responsable dijo hace poco que se equivocó.
Alexa era una mujer transgénero que vivía en la calle, y que caminaba con un espejo frente a su cara para poder vigilarse la espalda. Luego de mucho maltrato y abuso, la desconfianza era evidente. Alexa entró al baño y puso el espejo en el piso. Alguien vio la escena, llamó a la policía, y hasta tomó fotos.
Así es como la desinformación mata poco a poco. Por la ignorancia, por creer que estamos bien en todo lo que decimos y hacemos, por no abrirle las puertas a lo diferente.
El pueblo de Puerto Rico se ha caído y levantado muchas veces en estos pasados años. Qué gusto ver que con esto tampoco nos quedamos en el piso, porque la indignación dirige a la multitud. Desde vigilias pequeñas hasta eventos organizados por el pueblo, Alexa es y será recordada porque nos hemos encargado de vengar su muerte por medio de la solidaridad.
No le hemos dado el gusto a estos abusadores. Todavía queda mucho por hacer y mucho por educar, pero me alegra ver que la mayoría pegó el grito en el cielo.
Que sea diferente no le da derecho a nadie a lastimar a ninguna persona. Violencia hacia la mujer transgénero es violencia hacia las mujeres. Es problema de todos cuando todos los días matan tres, cuatro, cinco mujeres por celos, por prejuicios y por ser mujeres. No se puede tapar el cielo con la mano, somos cómplices con nuestro silencio e indiferencia.
Recalco, Puerto Rico no es el único lugar donde la cosa está mala. En Centro América y Latinoamérica hay un serio problema de machismo tóxico que mata. La semana pasada les hablé de Ingrid Escamilla, pero no les mencioné a la pequeña Fátima. De solo siete años, fue encontrada muerta dentro de una bolsa de plástico en la calle. Fue violada y golpeada seriamente antes de que la mataran. Siete años.
Lamentablemente, como Alexa, existen miles y otras mil de las que tal vez nunca nos enteremos. Esto es una emergencia, se necesita educación y tolerancia. Fátima tampoco va a ser la última, y eso es lo que nos debería motivar a lograr una sociedad justa.
Fernando Fernández, PI, BAI, CCDI, CDRS, CII, CAS, CHS-II
Presidente - Covert Intelligence, LLC
Tenemos un grave problema con la educación de nuestros niños , jóvenes y lo más increíble en los adultos y el gobierno la mayoría de las veces se deja llevar por grupos fundamentalistas religiosos para querer llevar la educación a nuestros hijos en las